Diagnósticos
en patología
con las técnicas más modernas

Si tú y tu familiar se han sometido a una intervención quirúrgica en la cual se ha obtenido o removido una lesión, una porción de órgano o tejido (biopsia) este deberá ser estudiado al microscopio por un médico especialista (patólogo) quien determinará la naturaleza de la lesión, ya sea un proceso inflamatorio, o neoplásico (tumoral) benigno o maligno.

En base a esta información el médico tratante confirma su impresión diagnóstica e instala el tratamiento indicado.

Corresponde a un grupo de atenciones especiales que permiten demostrar una variedad de antígenos presentes en las células, que ayudarán en la confirmación de un diagnóstico.

También tiene utilidad de identificación de tumores, especialmente aquellos pocos diferenciados y metástasis permitiendo saber el sitio en que se originó un tumor y con ello establecer el tipo de tratamiento al que responderá favorablemente un paciente.

Permite, además, la identidad de marcadores pronósticos de ciertas neoplasias como son los receptores hormonales en el cáncer de mama.

Es una técnica muy simple, se inserta en la protuberancia (tumor) una aguja más ancha que la usada típicamente para aplicar inyecciones (alrededor del calibre 22), y se aspira al interior de la jeringa desde unas cuantas decenas hasta miles de células.

Esta técnica está diseñada para reducir el tiempo de procedimiento, optimizar el tiempo de lectura del especialista, concentración celular en un menor espacio, incrementar el número de células examinadas, permite repetir y duplicar laminillas, obtener diagnósticos más precisos y confiables.

Se detectan y tipifican 33 tipos de virus del papiloma humano (VPH). Los virus son detectados mediante la amplificación de una región viral por PCR con oligos universales. Los virus se tipifican mediante secuenciación de DNA.

La muestra para el estudio: exudado de cérvix en base liquida o uretra peneana, también se pueden explorar biopsias frescas y tejidos en parafina.